Relatos de Jjojismos

· La última bolchevique (concluido), una mujer regresa del exilio y se encuentra con un país devastado por la guerra. Perseguida, deberá aliarse con los compañeros que la traicionaron para luchar por su supervivencia.
· Una nueva historia (en proceso), 1913, han asesinado al hijo de un importante empresario, el detective Jhan, un troglo, no cree que el sospechoso detenido, un trabajador de oficinas mamón, sea el verdadero asesino.
· Jaime (en proceso), la secuela de La última bolchevique. Bella, colaboradora de los nuevos bolcheviques se lanza a la búsqueda del a la par odiado y amado Jaime para evitar una nueva guerra.
· La muerte de Ishtar (en proceso), nos situamos a finales del siglo IV, principios del V. La nueva religión cristiana se abre paso frente a las antiguas creencias paganas. Dos mundos chocan y luchan entre intrigas, persecuciones y aventuras.

martes, 16 de septiembre de 2014

La muerte de Ishtar 3.6

Los prohombres de Barcino ofrecieron al Duque una suntuosa cena. Muchos tipos de carne de caza, vino, miel, legumbres, berenjenas... y música y danza... Trataban de imitar las cenas de las fortunas de las grandes ciudades. Pero el Duque no seguía las, para él, decadentes costumbres paganas y prefería el espartano ambiente cuartelero, cenas más sencillo con gachas y vino. No obstante, por diplomacia tenía que permanecer allí con ellos, escuchando sus sandeces provincianas que en nada le importaban. 

Comenzaron los aperitivos con cotilleos de la política local, diplomáticamente escogidos para, supuestamente, no ofender al Duque y a los superiores a los que representaba: Todo eran loas para los cargos recientemente ascendidos y desgracias para los que osaron enfrentarse a los elegidos por el emperador.

martes, 22 de julio de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 3.5

Helena se asustó al ver la estatua de bronce. Siempre recluida en el convento, no sabía quién era y no asociaba la figura con ningún pasaje bíblico. Solo podía tratarse de un demonio o un culto pagano.

- ¿Te asustas niña? ¿Te da miedo? ¿A ti que eres una abominación?

Era la segunda vez que Andrés la llamaba así. "abominación". Estaba asustada, cierto, pero no podía consentir que ese hermano la tratara sin ningún respeto. En el monasterio las hermanas se trataban con amabilidad e incluso cariño y hasta la abadesa las trataba como si de una buena familia se tratara. Esas formas no parecían de hombre de dios, parecía más bien un bárbaro o un pagano.

La muerte de Ishtar. Capítulo 3.4

El monje Andrés condujo a la monja Helena a través de las cavernas sin otra ayuda que la antorcha que portaba. Sin embargo, se orientaba con soltura a pesar de los ramales y recovecos que daban forma a un nudo de cavernas y túneles. Conocía el lugar y sabía hacia donde iban.

Caminaban deprisa. Más bien era Andrés el que arrastraba a Helena tirando de su mano. La joven monja a duras penas podía seguir el ritmo del grandullón. Andrés estaba seguro de que nadie les seguía, pero no parecía dispuesto a detener la caminata ni para descansar. Siempre existía la posibilidad de que algún bárbaro, durante el saqueo del monasterio, encontrara la salida a las cavernas.

miércoles, 4 de junio de 2014

Jaime. El obrero 4.4

No sólo Nick tendría el honor de conocer a Jaime. Reunieron un pelotón con unos veinte milicianos que destacaban en sus respectivas compañías en la base central de la milicia en el frente de Cáledon.


Llevaban un par de días esperando. Nadie sabía cuando aparecería Jaime. Un bolchevique de "la mayoría", el grupo opuesto a la guerra, le había tratado de asesinar la semana anterior y se habían extremado la seguridad.

Por fin, un día lluvioso y oscuro, Jaime hizo su aparición.

martes, 3 de junio de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 3.3

El humo comenzaba a disiparse. Las cenizas a enfriarse. La vida hacía tiempo que había huido. Los asesinos se fueron y los muertos ya solo eran recuerdos. El sol también se iba, enrojeciendo todo a su paso. Algunos campesinos curioseaban por las ahora ruinas. Buscaban algún resto metálico que tuviera algún valor. 

Pero los federados ya habían saqueado todo lo que el fuego no había destruido. Inclusive unas monjas jóvenes, cuyos cadáveres hubieran agradecidos ser devorados por las llamas. Violadas, profanadas, yacían desnudas, muertas, al acecho de los depredadores.

Jaime. El obrero 4.3

Explicó la pura verdad y le creyeron. Él pensaba que al describir lo sucedido, al señalar como por su culpa sus dos compañeros habían muerto, sería castigado, incluso expulsado con deshonor de la milicia. Pensaba que se lo merecía. Se torturaba convencido de que si hubiera gritado, si les hubiera avisado, ahora ellos estarían vivos. 


Pero no fue así. La milicia le condecoró por su valor. Sus compañeros le trataron como un héroe, le admiraban y se hacían fotos con él. Le decían que había sido muy valiente, que además había desvelado una treta horrible que seguramente ya habría costado la vida a decenas de milicianos y que gracias a él estábamos en situación de lanzar una ofensiva que libraría a Caledon del cerco fascista.

viernes, 30 de mayo de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 3.2.

Flavio Gregorio se despertó mientras le atendía la hija del tabernero y la meretriz castaña. Le habían lavado y vendado la herida. El tabernero no quería más problemas de los que ya tenía.

- Selene es una salvaje - le dijo la hija del tabernero mientras le daba un poco de vino al soldado -. Mi padre le pide disculpas por lo acontecido.

Gregorio apartó a la muchacha y bebió un gran trago de vino de una jarra que el tabernero había dejado allí a propósito.

- Selene, eh? - dónde puedo encontrarla.
- Se habrá refugiado con los suyos en el interior. Es una maldita pagana.

Jaime. El obrero 4.2

- ¡Mierda que hacemos!

Allí estaban los tres agazapados, sin saber cómo reaccionar. Ahí fue donde por segunda vez, Nick se lo hizo encima. No fue el único. Eso no importaba. Lo único que importaba era salir de allí con vida.

- ¡Usa la radio! - le dijo Fred a Alan.
- Me oirían los fascistas, este trasto es una mierda. Vámonos de aquí.
- ¿Y ese niño que se oye? No podemos dejarlo aquí.
- ¡Joder, joder! Echa una ojeada, tú eres muy rápido.
- Échala tú, tú eres muy listo.
- Ya veo tu preocupación por el niño.
- Ya veo la tuya.
- Iré yo.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La muerte de Isthar. Capítulo 3.1

Gregorio volvió a la taberna de Vía Augusta tras su fracaso ante los monjes. No sospechaba que, en sentido opuesto, avanzaban los federados. Quería al menos tratar de recuperar el torque para evitar la vergüenza que supondría volver a casa sin él.

La taberna tenía bastante clientela. Era la hora del almuerzo y viajeros de poca monta y lugareños de escasa reputación degustaban gachas aguadas y vino también aguado.

Ya no estaba el chico, ahora estaba el viejo tabernero, que aunque solo había visto a Gregorio con suciedad y barba, le reconoció al instante. El soldado le amenazó llevándose la mano hacia la empuñadura de su espada y el tabernero trató de contenerle gesticulando con sus brazos. Un tumulto a esa hora podía ser catastrófico para el negocio.

Jaime. El obrero 4.1

El miedo y la adrenalina te impiden pensar. Sólo actúas. ¡Basta de romanticismos y falsas visiones heroicas! Lo primero que le pasó a Nick nada más salir a la acción fue que se cagó encima. Era una misión en teoría sencilla: patrullar por las ruinas de Kergston, una lejana barriada de Caledon destruida por la artillería fascista. Las tropas avanzadas habían divisado movimiento enemigo cerca de las ruinas. Inteligencia sospechaba de que podría ser la punta de lanza de una ofensiva definitiva contra la capital. Pero ellos sólo tenían que patrullar y si veían algo sospechoso informar y replegarse. Punto. En principio ni siquiera abrirían fuego. Solo observar, informar y volver.

viernes, 16 de mayo de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.7

Los monjes pudieron librarse del Candidato, pero no de la tropa federada que se presentó ante el monasterio de mujeres poco después del medio día. Sin mediar palabra atacaron el edificio con fuego y hierro. Las monjas no podían ofrecer ninguna resistencia y los monjes del monasterio masculino que acudieron a tratar de frenar la matanza fueron asesinados. Las mujeres que sobrevivieron fueron violadas hasta la muerte y del edificio solo quedaron cenizas y piedras ennegrecidas.

Jaime. El mercenario 4.1

- No me quedó más remedio que darme a conocer.

- Por lo que cuentas no parecía haber otra alternativa.
- No me vieron la cara.
- Eso ahora ya no importa.

lunes, 5 de mayo de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.6

- Lamento no poder ayudarle tribuno. Usted comprenderá que abandonan a muchos niños en el monasterio. No todos sobreviven, no a todos podemos mantener... Vivimos tiempos oscuros de barbarie, hambre, miseria... No solo paganos, también buenos cristianos huyen de las ciudades escapando de la guerra y del recaudador de impuestos. Llevan a sus familias con ellos, pero...
- No busco a las hijas de un esclavo - interrumpió Gregorio alterado por las escusas del monje -. Ellas son especiales. Sin duda, padre, las conoce: Son gemelas y llevan las dos tatuada en uno de sus hombros un símbolo caldeo, la estrella de Ishtar...
- ¡Cómo se atreve!

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.5

- Tiene mucho mejor aspecto del que me habían descrito.

El abad del monasterio era un hombre de avanzada edad, con la espalda curvada por el paso del tiempo, nariz aguileña y frondosa barba blanca. Vestía con una gruesa túnica de lana gris que le llegaba hasta los pies y un manto oscuro también de lana.

Le acompañaba otro monje vestido como él. Era más joven pero también barbudo, aunque en este caso las canas se mezclavan con cabello negro adoptando una tonalidad gris. Este monje era más alto y fuerte y sus ojos eran grandes y de un azul muy intenso, casi fantasmal.

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.4.

Se despertó con mucha resaca. Le dolía la cabeza y notaba la boca áspera como la suela de una sandalia. "Demasiado vino", pensó, pero le apetecía toma algo que le saciara la sed y le relajara las molestias.

Se llevó las manos a la cara para bostezar y se notó afeitado. Sí. Ahora lo recordaba. Un par de meretrices le habían afeitado y le habían lavado. Vio su ropa, armadura y armas en una esquina de la habitación donde se hallaba.

Pero también comprobó que le faltaba algo de mucho valor para él. No era dinero. Ya estaba sin blanca. Era su torque!

sábado, 3 de mayo de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.3.

Ya por fin, sin las rigideces del protocolo, lejos de las miradas de los aristócratas y sacerdotes provincianos, pudo el Duque entrevistarse con Sigerico y Antíoco. Les esperaba en un lujoso palacete situado dentro de los muros de la ciudad que los magistrados  le cedieron. Pertenecía a una vieja familia acomodada de soldados veteranos. No tenía la suntuosidad de las residencias de Roma o Milán, pero era confortable. Para el Duque era más que suficiente, acostumbrado como estaba a los cuarteles. En la reunión también estaban presentes el joven tribuno Flavio Constante, su lugarteniente, así como su secretario particular, un eunuco griego, calvo y gordo, llamado Eudoxio. 

lunes, 28 de abril de 2014

"La Última Bolchevique" en pdf para descargar.



Ya te puedes descargar en pdf "La Última Bolchevique"
novela de aventuras e intriga política en un mundo distópico: Una mujer regresa a un país devastado por la guerra y para sobrevivir deberá aliarse con las mismas personas que años atrás la traicionaron.

martes, 22 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 2.2

"Estúpidos!", pensó enojado el Duque. Quería pasar desapercibido, no llamar la atención para así poder actuar con más libertad. ¡Pero esos malditos provincianos organizaban un recibimiento oficial! Había atracado de madrugada precisamente para evitar la pompa y los curiosos. Y, sin embargo, pese a la hora que era, toda la ciudad sabía de su llegada. Las inmediaciones del muelle estaban cercadas por una legión de ojos chismosos dispuestos a destripar con la mirada a los importantes extranjeros recién llegados.

lunes, 14 de abril de 2014

La Muerte de Ishtar. Capítulo 2.1

El barco del duque Flavio Argento atracó en el puerto de Barcino de madrugada. Quería evitar llamar la atención en la medida de lo posible. Barcino era una ciudad muy pequeña, de no más de seis o siete mil habitantes y la llegada de un barco como el del Duque iba a causar un gran impacto. Por eso esperaron a una hora más prudente para tomar tierra.

Flavio Argento era un hombre de mediana edad. Toda su vida la habia dedicado a la guerra. Se tenía en alta estima: honorable, disciplinado. Era un buen militar.

Jaime. La bolchevique 3.3.

El garaje estaba oscuro. Era húmedo y tenía un característico olor a cerrado. A primera vista parecía desierto. Pero no era así.

Unos focos se encendieron de golpe iluminando con intensidad hacia donde estaba el grupo. Eran los focos de un todoterreno oscuro. Le siguieron los focos de otros dos todoterrenos. Apenas pudieron reaccionar ocultándose detrás de unos coches aparcados. 

miércoles, 9 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 1.6

La abadesa estaba profundamente preocupada. La visita del soldado palatino era inesperada, aunque bien pensado, siempre había temido que podía pasar algo así.

Por suerte para el monasterio, ella de joven había visitado Constantinopla y allí pudo contemplar por un instante a los majestuosos Candidatos de la Escuela Palatina escoltando al aún más majestuoso emperador. Fue en el hipódromo. Siempre lo recordaría: Su padre, honorable y rico patricio, acudió a la corte para resolver unos negocios familiares. Tuvieron la oportunidad de acudir al magnifico hipódromo de la ciudad para presenciar una de sus famosas carreras de cuadrigas. Antes de comenzar la carrera, cuando ya todo el mundo estaba en sus asientos, la futura abadesa pudo ver a varios Candidatos que abrían paso al mismísimo Emperador para que pudiera ver la carrera desde el palco especial del hipódromo reservado a su figura.

Jaime. La bolchevique 3.2.

Tantoun no se resignó. Primero ordenó a uno de sus guardaespaldas que corrieran a buscar a Jessi al baño, "intentaremos llegar al coche", le indicó. Ese era el plan, bajar hasta el garaje del centro comercial y tratar de forzar la salida. Pero no sería fácil llegar hasta allí: si bien la planta en la que estabamos se había quedado rápidamente vacía, la planta baja estaba completamente colapsada. Los clientes y trabajadores del centro comercial se habían abalanzado sobre las puertas para huir de la amenaza fantasma, pero las salidas estaban controladas por la policía y sólo dejaban pasar a la gente una vez identificados y reconocidos. Era probable que las salidas del garaje también estuvieran custodiadas, pero eran la únicas vías de escape posibles.

martes, 8 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 1.5

El soldado aporreó una y otra vez la puerta. Las monjas encargadas mo sabían que hacer. Abrieron la mirilla y fueron las que dieron una primera descripción aunque no le vieron el escudo y no comprendieron el significado de la túnica blanca. Lo que si trasladaron fue su embriaguez, su hedor y su aspecto fiero.

Tenían orden de, a partir del anochecer no abrir a nadie y así se lo explicaron al soldado, pero, en palabras de las monjas, no entraba en razones y amenazaba con tirar la puerta.

Acudió por fin la abadesa. Sin abrir la puerta trató de comunicarse con el hombre a través de la mirilla.

Jaime. La bolchevique 3.1

Tantaum tomó un sorbo de su infusión. Era un tipo peculiar, pulcro, con un traje caro, pañuelo blanco sobresaliendo por el bolsillo de la chaqueta y sombrero de ala ancha con una pluma roja. Dos guardaespaldas, también de traje pero con gafas oscuras le flanqueaban. Tantaum sonreía como si todo le resultara divertido. Sus ojos se clavaron en Bella, pero con un punto de decepción.

- Encantado de conocerles. Soy Charles Tantoun.
- ¡Eso, Tantoun! Yo sabía que se llamaba algo así, Tantoun, Tantaum, Tontón... - le susurró Jessi a Bella.

domingo, 6 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 1.4

Pocas semanas después fue cuando el soldado apareció. 

Fue una noche de luna nueva, pero las nubes ocultaban las estrellas. Como se acercaba el invierno, el frío iba en aumento y, además, las lluvias pasadas habían dejado los caminos embarrados.

El soldado era alto, moreno y robusto, barbudo y sucio. Apestaba a alcohol y al característico olor rancio debido a la falta de aseo. Pero pese a esa primera apariencia, no era como los bárbaros federados ni muchísimo menos.

Llevaba una cota de mallas embarrada, debajo una túnica hasta las rodillas y unos pantalones para protegerse del frió. Del cinturón le colgaba una espada, aunque se ayudaba para andar de una lanza a la manera de cayado. No llevaba casco, la cabeza la cubría con un tocado de fieltro, de moda sobre todo en Oriente.

sábado, 5 de abril de 2014

Jaime. El obrero 3.3.

Por fin llegó el gran día de la graduación. Todos los cadetes de la academia formaron nerviosos a la espera del momento en que se convertían oficialmente en milicianos del partido bolchevique... aunque la mayoría de la dirección del partido no los reconociera como tales. 

Pero eran ellos los que se enfrentarían al fascismo. Eran ellos los héroes de la clase obrera, dispuestos a dar su vida por el futuro de la revolución. Y ese importante día conocerían en persona al gran bolchevique. Al único dispuesto a romper con sus dirigentes para defender a los trabajadores de las garras del fascismo. El único dispuesto a luchar, capaz de pasar a la acción no quedándose en bonitos y vacíos discursos.

viernes, 4 de abril de 2014

La Muerte de Ishtar. Capítulo 1.3

A Helena no le convencían las explicaciones de la Abadesa, pero ella no era nadie para contradecirla. 

Era mujer desde hacía muy poco tiempo y junto a la primera sangre habían venido los votos que entregaban su virginidad a Cristo. La túnica azul que ahora cubría su cuerpo no podía ocultar del todo su figura juvenil, aunque fuera del monasterio se cubriera con una capa oscura y tapara su cabello con un pañuelo blanco. 

Pero Helena se notaba diferente. No sólo por su nombre heleno, impropio de una virgen cristiana. O sus rasgos arameos, la piel de color aceituna, ojos grandes y oscuros y cabello azabache. Tenía una extraño tatuaje con la forma de una estrella de ocho puntas en su hombro izquierdo, casi rozando su corazón. Lo tenía desde siempre y nadie le daba una explicación satisfactoria de su origen. La Abadesa decía que era una marca producida por el pecado de sus progenitores que osaron abandonarla de niña en el monasterio.

Jaime. El obrero 3.2

Finalmente pudo dar con Martillo en la cantina. Cuando le vio, su antiguo compañero de trabajo no se lo podía creer. Martillo corrió hacia él. Entre carcajadas y gritos eufóricos, primero lo abrazó con fuerza, luego le golpeó los hombros para a continuación mirarle de arriba a abajo.

Nick encontró a Martillo muy diferente a como era en el trabajo. No era tanto un cambio físico aunque estaba sin duda más fuerte. Era sobre todo una importante transformación en su personalidad. Parlanchín, follonero, apestaba a alcohol. Parecía que no quedaba ni rastro del joven silencioso e introvertido, dominado por el miedo a tener que ir al frente.

jueves, 3 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 1.2

Las monjas del monasterio tampoco olvidarían aquel terrible día. Muchas llegaron a pensar que Cristo les había abandonado y se resignaron a morir pasto de las llamas. Fueron los monjes los que corrieron a salvarlas. Juntos huyeron a la ciudad y esperaron la llegada de los federados. Tropas bárbaras, feroces y sanguinarias.

Lo que se encontraron a su regreso era terrible: el monasterio casi destruido, pero también una hilera de campesinos colgados, desnudos y azotados hasta la muerte como castigo por sus actos. Aunque los campesinos merecían un castigo por profanar el monasterio, la brutalidad de los federados no dejó de turbar a la mayoría de las monjas.

Jaime. El obrero 3.1

Nick montaba el fusil en uno de los ejercicios cotidianos. Tenía que montarlo y desmontarlo una y otra vez y repetir la operación hasta que el instructor diera la orden.

Desde que había ingresado en la escuela de formación de la milicia el entrenamiento había sido muy intenso. La guerra iba mal y necesitaban nuevos refuerzos preparados cuanto antes.

En medio del ejercicio, mientras hacía la enésima repetición vio con el rabillo del ojo una figura que le resultó familiar. Pero no familiar del mes escaso que llevaba allí. Familiar de antes, de antes de ingresar en la milicia.

miércoles, 2 de abril de 2014

La muerte de Ishtar. Capítulo 1.1

El monasterio era una pequeña edificación de madera y piedra con forma rectangular. Lo habían construido siguiendo el esquema de un campamento militar, tal y como mandaban los preceptos, cubriendo una antigua cueva donde descansan los restos de la santa madre Tomasa.


Precisamente por eso, a los campesinos de las tierras cercanas no les hacía ninguna gracia su emplazamiento. Decían que las monjas se habían apropiado de una cueva sagrada donde, durante siglos, los sacerdotes paganos celebraban los misterios que protegían al pueblo de las fuerzas del mal. Ahora estaban completamente indefensos. La sequía que se perpetuaba y las guerras que no cesaban eran responsabilidad directa de aquellas monjas malditas.

Jaime. El mercenario 3.1

Mierda. Algo iba rematadamente mal.

Desde mi posición a duras penas podía ver a los bolcheviques. No había tenido problemas en seguirles, la verdad. Ni la lluvia torrencial, ni las pocas cautelas que tomaron... Eso no era bueno. Hubiera sido mejor que me hubiesen hecho sudar un poco, porque igual que yo, alguien con habilidades similares podría estar también al loro. ¡Soy muy bueno, pero no soy único!

Jaime. La bolchevique 2.3

Jessi les condujo hasta un centro comercial del centro de Copperfield. Aunque era cerca, fueron en coche porque la lluvia seguía cayendo con mucha intensidad.

- Vaya lugar para encontrarnos con un mafioso -señaló Bella.

Martillo estaba de acuerdo con los recelos de la muchacha... o al menos eso parecía indicar su gesto.

Lo cierto era que el centro comercial, ya de por si se los más exitosos de la ciudad, estaba abarrotado, por ser fin de semana y por la lluvia.

martes, 25 de marzo de 2014

Jaime. La bolchevique 2.2

- La situación cada vez es más tensa.

Bella y Martillo escuchaban con atención a aquel hombre menudo y sudoroso que fumaba combulsivamente. Fuera del bar llovia intensamente.

- El Frente Popular dice estar dispuesto a defender al Gobierno Provisional con las armas si es preciso y nuestros aliados parecen dispuestos para la batalla. Pero aquí también hay simpatizantes fascistas que hacen mucho ruido.

Se llamaba Jessi Martínez y era un viejo conocido de los bolcheviques. A cambio de relativamente poco dinero conseguía papeles y ayudaba a cruzar la frontera. La Leona, por ejemplo, había regresado gracias a su ayuda.

viernes, 21 de marzo de 2014

Jaime. La bolchevique 2.1

"Después de La Leona, soy la bolchevique con más formación marxista del Partido. Tal vez sólo Roger me alcanza en mis conocimientos y comprensión. No entiendo por qué me envía a mí a Sumailati cuando hay decenas de activistas leales que llevarían a cabo la misión. Mi sitio está aquí."


Bella no quería partir en busca de Jaime. Pablo se sorprendió de la reacción tan visceral de su camarada. La Leona no le había explicado por qué tenía que ser Bella la encargada de buscar al antiguo líder bolchevique, pero él supuso que habría buenas razones de peso para ello: precisamente su formación. No era un secreto que era la más leída, la que prestaba, junto con Roger, máximo interés por la teoría. Pero también era una mujer de acción como había demostrado en las barricadas durante la insurrección de Caledon. Era una de las camaradas más completas. Quizá esa era la razón. Bella debería de sentirse honrada por una tarea tan importante y sin embargo estaba enojada.

jueves, 20 de marzo de 2014

Jaime. El obrero 2.3.

Sabía que se iba a celebrar ese día. Algo había oido a los del sindicato y en el bar. Pero no les había prestado atención porque nunca le había interesado la política. Cuando sus compañeros de trabajo discutían a favor o en contra del bolchevismo o de las distintas corrientes dentro del partido, Nick directamente desconectaba y volvía a la carga con sus remordimientos sobre Laura.


Ahora estaba en una asamblea llena de trabajadores y como llegaba más y más gente y la plaza tenía unas dimensiones reducidas pronto Nick quedó atrapado entre los asistentes. La sensación de axfisia generalizada, pero mucha expectación presente en el ambiente le recordo a los conciertos a los que iba con Laura. Pero no era música lo que oía.

martes, 18 de marzo de 2014

Jaime. El obrero 2.2.

La jornada laboral se había alargado con la excusa de la guerra. Tenían que hacer una hora extra gratuita para ayudar con los esfuerzos bélicos. Era incomprensible, Nick no comprendía que relación tenía su trabajo con la guerra, salvo una buena excusa para aumentar los beneficios de los dueños... la corporación Cia+Fia. El sindicato se había quejado, pero fueron acusados de egoístas:


"Pensad en los muchachos que dejan su vida en el frente".

No obstante nadie esperaba a Nick en casa. Como de costumbre se quedó bebiendo en el bar, ahora casi siempre solo, hasta que ya el nivel de desprecio que sentía hacia si mismo y hacia el mundo alcanzaba un nivel crítico. Llegado ese punto salió del bar, vomitó tras unos contenedores de basura y trató de coger el último autobús.

Una nueva historia 3.9

Las indicaciones de Gloob eran precisas.

A Yak no le gustaba fiarse de los sapos, pero sabía que éste estaba muy unido a su familia y se sentía culpable por los abusos que Sol había sufrido. Yak sabía aprovecharse de las debilidades de la gente. Realmente el destino de su hermano le importaba, pero tampoco tanto como para arriesgar su vida... Distinto era ver sufrir a Sol, había sido como una madre para él, pero no tenía tiempo para sentimentalismos. Si no recuperaba la cámara los mafiosos de Fharrel le destriparían.

Una nueva historia 3.8

- ¡La sangre es de un troglo! - gritó Jhan - Me llevo al mamón

- Su superior ha ordenado que vaya directamente a prisión. 
- Su confesión no vale nada. La sangre en el despacho lo cambia todo.
- Está desobedeciendo una orden directa de su superior.

El directivo de las empresas Campcol y el detective Jhan discutían a gritos. Parecía que iban a llegar a las manos. Policía especial y agentes de seguridad privada se agrupaban entorno a sus respectivos jefes dispuestos a descargar todo el antagonismo que se había acumulado a lo largo del día.

domingo, 16 de marzo de 2014

Jaime. El obrero 2.1

Laura se había ido. Se fue con un doctor del geriátrico donde trabajaba. Nick no le guardaba rencor. Comprendía como su matrimonio se había ido marchitando. Ella quería más y él no podía ofrecerle nada. Estaba estancado y lo sabía.

Pero lo que descubrió sin Laura fue una angustiosa sensación de soledad. Estaba solo. Pero lo grave no era una soledad física, que "estuviese" solo, sino una soledad emocional: Se "sentía" solo.

En el trabajo ya no llevaba tupper. Ahora estaba solo y comía en el bar de menú del día. No necesitaba ahorrar, no tendría hijos a los que pagarles la universidad. Sus gastos se limitaban al alquiler y al alcohol.

jueves, 13 de marzo de 2014

Jaime. El mercenario 2.1.

Tenía que aprovechar que muy pocos coches querían entrar en la República. No era solo el riesgo de que algún BAB pudiera dar la alarma, tampoco los bolcheviques podían identificarme.

Fue muy fácil dar con ellos. Un infiltrado les facilitó a los agentes de lord Kramer la matrícula del coche que conducían. Lo grave del asunto era que, si yo tenía ese número, sin duda las BAB también lo tenían. Por eso estaban desplegados por la frontera. ¡Y los muy estúpidos estaban dispuestos a cruzar al Continente por carretera! Lo suyo hubiera sido que lo hubiesen hecho a pie o en moto, lejos de los puestos fronterizos y a poder ser de noche. Pero no. Los bolcheviques siempre serían un atajo de arrogantes engreidos. ¡Así les va! Ahora yo tendría que encargarme.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Jaime. La bolchevique 1.3.

Tenían cuatro coches delante que muy lentamente se movían hacia el puesto fronterizo. 

Bella y Martillo analizaron la situación: la carretera era de doble sentido, un carril ida y otro vuelta. La frontera estaba señalizada por una barrera en cada sentido que hacía parar a los coches. Mientras que para abandonar la República había algo de cola, para entrar apenas pasaban coches. Dos cabañas de madera, una en cada lado de la carretera, hacían las veces de cuartel de la guardia fronteriza. Un jeep de los BAB y un coche de la guardia fronteriza estaban aparcados junto a la cabaña de la derecha.

lunes, 10 de marzo de 2014

Jaime. La bolchevique 1.2

Pablo le había explicado a Bella que Martillo era partidario de cruzar la frontera a pie, lejos de las carreteras, y de noche para tratar de actuar con absoluto anonimato. Ambos creían que tanta precaución era excesiva, confiaban en la calidad de los documentos falsificados y en la coartada del viaje. No obstante durante el viaje Martillo no insistió con su idea... lo cierto es que ni insistió ni dejó de insistir con nada, pero ahora que estaban tan cerca Bella dudaba sobre si las cautelas planteadas por su acompañante eran necesarias.

Una nueva historia 3.7

Gloob no sabía dónde meterse. Él no estaba para heroicidades.

- ¿Qué... qué quieres de mi?
- Tú sabes como puedo colarme en las oficinas, en el despacho del hijo del lord. Allí hay un objeto que demostrará que Yon es inocente.

Los ojos de Sol se iluminaron. Pit, por su parte estaba muy sorprendido con la repentina generosidad de su hermano.

martes, 4 de marzo de 2014

Jaime. La bolchevique 1.1.

Bella se aburría en el coche. Había puesto música, pero los kilómetros se sumaban y sumaban y aún estaban lejos del destino. Viajar de Cáledon a la frontera por carreteras secundarias era eterno, lento y tedioso. E incomodo, Bella ya no sabía como ponerse.

Lo cierto es que Martillo, el conductor, no ayudaba. El camarada era tan silencioso... Ella había tratado de animar el viaje haciéndole preguntas, sobre sus gustos, aficiones... generalmente respondía con monosílabos o ni eso, con ruiditos que servían de afirmación o negación según conviniera. Sólo saco en claro que él era de Cáledon de toda la vida pero que en su juventud había viajado mucho.

lunes, 3 de marzo de 2014

Jaime. El obrero 1.3.

Llegaron tarde al trabajo, pero ese día fue algo generalizado. Hasta los jefes y encargados estaban impactados por el inicio de la guerra. Se trabajó poco y se habló mucho. Todos estaban de acuerdo en que la guerra no traería nada bueno, pero por lo demás las opiniones eran encontradas. Nadie apoyaba abiertamente a los fascistas, claro está, aunque entre los trabajadores había la sospecha, bastante fundamentada de que a alguno de los encargados no les importaría que la guerra se llevara por delante a la República.

domingo, 2 de marzo de 2014

Jaime. El obrero 1.2.

Nick y sus compañeros estaban en el bar, justo al lado de su taller. Allí desayunaban. En ese bar también se ofrecían comidas... Y otros tipos de servicio. Las señoritas que allí trabajaban eran emigrantes de las colonias -negras-, pero también había algunas semitas a las que sus chulos les arrancaban el hiyab a la fuerza. El camarero era Jhon, "el de toda la vida", le decían, porque llevaba toda su vida trabajando tras esa barra. Era gordo y viejo, de humor agriado, olía a humo y vinagre.

Una Nueva Historia, 3.5

Sol se abalanzó sobre su hermano en cuanto éste cruzó la puerta del piso de Gloob.

- ¡Maldito! Tenías que estar tú detenido.

Gloob miraba estupefacto. No se atrevía a interceder entre los dos hermanos.

- Sol, por favor.

La mamona apretaba con fuerza el cuello de su hermano. Pit trataba de desembarazarse de las manos de su hermana pero no pudo evitar enrojecer. Con considerable esfuerzo logró zafarse.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Jaime. El obrero 1.1.

El despertador sonaba a las cinco y media de la madrugada. Era un sonido desagradable, irritable. Para Nick Denger era habitual. Los últimos años de su vida había escuchado ese ruido todas y cada una de las mañanas, de lunes a sábado, exactamente a las cinco y media de la mañana.


Pero ahora era peor. Habían cambiado los turnos y ahora alternaba una semana de tres a once, con el turno para el tradicional, de siete a tres. Esos cambios le destrozaban el horario, las rutinas, el tiempo libre... Se sentía siempre cansado, por mucho que los domingos descansara.

¡Sí!, pensaba, los turnos están destrozando mi vida.

martes, 25 de febrero de 2014

Jaime. El Mercenario 1.4.

Traté de mostrar indiferencia como si todo aquello no me intimidara. La verdad es que la figura del holograma ejercía una poderosa atracción sobre mí, y eso me ponía nervioso. Por eso, instintivamente, respondí a su amabilidad calculada con muy poca diplomacia. Quería dar la sensación de que controlaba la situación. ¿A quién quería engañar?

- Soy un hombre de negocios señor Kramer. Guerra o paz no me importa si el precio es bueno. No creo que usted sea diferente.

Me dedicó una sonrisa glacial. Yo le respondí con un trago al whisky.